domingo, 16 de enero de 2011

La mentira de la báscula

Hoy me siento engañada y muy traicionada. Todas estas dos últimas semanas emocionada pensando que había bajado 6 maravillosos kilos y me encuentro que es una vil mentira de la báscula. Mi báscula es de aquellas que no son digitales, es convencional y claro, viene con una ruedita inoportunamente puesta que sirve para 'centrar' bien el numero 0 para que a la hora de marcar, marque bien... pues yo me pesaba y marcaba que había bajado 6kilos. El caso es que no, solo bajé 2. La báscula estaba mal centrada y marcó menos ... me deprimí un poco, pero por lo menos he bajado 2kilos, prefiero eso a haber subido.

Ese fue el mal sabor de boca que me dejó la mentira de la báscula esta semana. La próxima vez, me fijaré bien antes que me engañe.

domingo, 9 de enero de 2011

Empezando...




Bueno, todo tiene un inicio para conseguir un cambio. Yo he empezado muchas veces y me he perdido en el camino.

Tengo 20 años, 30 kilos de sobrepeso y muchas ganas de llegar a mi peso ideal. No quiero ser flaca, porque sé que nunca podré serlo, soy de contextura gruesa y los de nuestro tipo nunca llegamos a ser flacos, pero por lo menos quiero sentirme bien y saludable. Aparentemente no parece que peso lo que peso, soy alta y gracias a eso disimula enormemente mis varios kilos de más.

He vivido toda mi niñez y adolescencia en Europa, en España la mayor parte del tiempo y por temporadas en Roma, París y Londres... ahora estoy en Lima, Perú y me cuesta acostumbrarme al cambio.

Desde que tengo uso de razón soy gorda, era una niña gordita, rellenita, llamemosle como sea. Comía de todo, no había una comida que no me gustara o que le hiciera mala cara. En mi familia nunca hemos llevado una mala alimentación, nunca hemos consumido grasas en exceso, la alimentación que me dieron desde niña fue muy balanceada, pocas grasas y muchas verduras. Si es así, seguro que se preguntan ¿Y por qué fuiste gorda desde niña? La respuesta es que nunca hice actividad física para quemar lo que comía.

El problema fue cuando entré en la adolescencia... ¡qué difícil! mis amigas eran más delgadas, sufrir de vez en cuando que te digan 'gorda' en la secundaria, aunque a mí sinceramente no me afectaba demasiado, pero siempre estaba esa agujita que se clavaba... y lo peor de todo: las tiendas de ropa eran para chicas MUY delgadas.

Esa fue la época en España en la que las tiendas para chicas jovenes sacaban tallas exageradamente pequeñas para la media común española (ya que tienen curvas) y a raíz de esto se dieron muchísimos casos de anoréxia y bulimia en las adolescentes, por frustración de no encontrar tallas en ropa de moda, en las típicas tiendas donde todas las chicas compraban. (Después reajustaron las tallas normales y prohibieron tallas xxxs) Para mí era frustrante, así que nisiquiera me asomaba por esas tiendas, porque estaba convencida de que no habría ninguna ropa para mí. Además, era muy alta y la ropa estaba hecha para gente 'más pequeña'.

Cuando cumplí 16 años y me empezaron a gustar los chicos y empecé a verme como una chica más interesada en mi físico, en arreglarme más para sentirme mejor... quise bajar de peso. Me metí en un gimnasio, ignorantemente me mandaron a hacer máquinas en lugar de enviarme a quemar grasa primero tipo cardio... evidentemente a mis 16 años, me aburría tremendamente y terminé por dejar de ir.

A los 17 años y mis 1.73 mts ya pesaba más de 110 kilos... para mí era una pesadilla tener que enfrentar a la báscula... nunca me pesaba porque me daba miedo ver cuántos kilos más pude haber subido debido a la falta de actividad. Le debo mi gordura a la vida sedentaria, siempre fue así pero en ese momento decidí cambiar mi vida totalmente... yo sabía que solo yo podía hacer algo por mí misma...

¿era normal que una adolescente de 17 años no fuera a la playa por más de 3 años? Tenía miedo de mostrar mi cuerpo en público. Y es que los rollos, el cuerpo flácido y con celulitis... era horrible, hasta ahora lo sigue siendo.

A los 18 años empecé a hacer algo de ejercicio y a cuidar más lo que comía. Empecé a alimentarme con más verduras de lo usual, fuí al gimnasio y empecé a hacer ejercicios aeróbicos. Estuve en esta rutina por más de 6 meses, consiguiendo llegar a unos maravillosos 93 Kilos, para mí era estar en la gloria pues me faltaban solamente unos 10 kilos para conseguir llegar a mi peso ideal, estaba tan cerca de aquello que me sentía fantástica.

Justamente en esa época, empecé con una relación a distancia. Él es de Buenos Aires, Argentina. Nuestra relación era fuera de lo común, pues nos conocimos por internet. Llevamos un año de hablar por teléfono, por internet hasta que vino a verme... yo obviamente estaba muerta de miedo, sabiendo la idea superficial del físico que hay, tenía miedo que me rechazara. Pero no fue así, su amor fue tan maravilloso que le encantaba... pasamos unas semanas maravillosas pero tuvo que regresar. Después de varios meses me tocó a mi ir a conocer su entorno, eran las vacaciones de verano del 2009, dejé el gimnasio y fuí 3 meses a Buenos Aires con mis divinos 93 kilos.

Tengo que decir, que vivir por algunos meses con un chico es difícil... entre las cenas de noche, los dulces de sorpresa, las famosas pizzas, pastas y carnes argentinas... en 3 meses subí como espuma los casi 18 kilos que había perdido con tantísimo esfuerzo en el gimnasio quemando la gota gorda!!! Claro, en ese lápsus de amor, nubes y pajaritos no me dí cuenta de la locura que cometí llegando a pesar a mi retorno de nuevo 110 Kilos.

Fue una irresponsabilidad, pero ahora que tengo experiencia no volveré a cometer el mismo error. En Noviembre pesaba 112 Kilos... ahora, en Enero estoy por los 106 Kilos... es un avance ¿no?

De vuelta con la maldición de los kilos me he puesto en marcha! la semana pasada me apunté a clases de nado sincronizado, amo el agua y me está ayudando mucho... he empezado el verano con varias actividades, que me mantendrán lejos de la vida sedentaria por unas buenas semanas. Como lo normal, incluso POCO, y creo que eso es lo que me está ayudando a adelgazar.

No me considero adicta a la comida, pues puedo llegar a comer un plato de comida al día y no tengo hambre, mi problema es la vida sedentaria, la falta de actividad.

Voy a conseguir llegar a mis 80 Kilos, mantenerme y bajar como mucho hasta los 75 Kilos... pero eso con mucho esfuerzo y dedicación.

En los siguientes días estaré contando qué tal me está yendo, muchas gracias por leer!!